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Negocios paralizados por el paro de transportistas y la extorsión en Lima

El paro de transportistas este 10, 11 y 12 ha puesto en jaque a miles de negocios en Lima, intensificando una crisis que ya era evidente por el incremento de extorsiones y la inseguridad. El impacto es devastador para sectores clave como el comercio, la distribución de productos esenciales y el abastecimiento, la cual generará pérdidas millonarias comprometiendo la supervivencia de pequeños y medianos empresarios a mediano plazo.

Uno de los ejemplos más claros del daño ocasionado es el emporio comercial de Gamarra, donde más de 10 mil negocios empadronados serán afectadas en sus operaciones durante este paro. A este golpe duro se suma que los extorsionadores siguen exigiendo pagos diarios que van desde S/ 5 hasta S/ 100, creando una situación insostenible para los empresarios que ya operaban con márgenes de ganancia ajustados en donde se empezaba a recuperar el comercio debido a la pandemia.

«La situación en Lima es crítica, especialmente para los pequeños empresarios que ya están siendo golpeados por la extorsión. El paro de transportistas no solo detiene el flujo de mercancías, sino que también paraliza las ventas y compromete la capacidad de pago de muchos negocios. Esto representa un doble golpe para aquellos que dependen de una logística diaria eficiente», señala Milagros Torres, subdirectora de la Facultad de Negocios de Zegel.

Sumado al miedo colectivo de salir a la calle por las amenazas y extorsiones que paraliza el comercio, se registró un incremento de la compra de productos mayoristas días antes del paro para asegurar las ventas de los pequeños negocios.

Uno de estos sectores afectados es el bodeguero. Según la Asociación de Mujeres Bodegueras del Perú, la extorsión ya había forzado el cierre de 22 mil bodegas minoristas y 38.670 comercios mayoristas. Con el paro en marcha, muchos bodegueros enfrentan la imposibilidad de recibir sus productos de venta. Incluso, en respuesta, algunos miembros del sector bodeguero han expresado su intención de unirse a la paralización, buscando visibilizar sus demandas ante el incremento de costos operativos y la falta de seguridad.

Este impacto ha alcanzado al rubro de las farmacias y boticas independientes. Según la Asociación Nacional de Boticas y Farmacias Independientes del Perú (Anabif), informó que entre 6.000 y 7.000 establecimientos de este sector están siendo extorsionados a nivel nacional. Ahora, con el paro de transportistas en curso durante tres días, se ha añadido la complicación de abastecer medicamentos.

La violencia e inseguridad que conlleva la extorsión y la interrupción de sus actividades en los negocios de Lima por la paralización del transporte son alarmantes. En medio de la crisis, los negocios han optado por no brindar atención por miedo a saqueos, mientras enfrentan cobros de pagos que no pueden sostener.