Minsa: vapeo causa daño pulmonar, riesgo cardiovascular y afecta el desarrollo del cerebro en los adolescentes

“Hay que retirar la idea de que el vapeo es una forma sana de fumar, porque tiene efectos secundarios serios, sobre todo en la población adolescente cuyo sistema está en pleno crecimiento y desarrollo. El vapeo es un riesgo para que el adolescente desarrolle nuevas adicciones, entre ellas el consumo de marihuana”, resaltó el médico Juan Carlos Torres Salas, jefe del Servicio de Neumología del Instituto Nacional de Salud del Niño (INSN) Breña.

Torres Salas comentó que el vapeo es la inhalación de un aerosol que por lo general es líquido y que, impulsado por una descarga eléctrica, hace que un líquido con diversas sustancias como la glicerina, nicotina y sustancias aromatizadas, llegue a la vía respiratoria, ingrese a los pulmones y cause serios daños a la salud.

“Estos productos contienen diacetil, propilenglicol, monóxido de carbono, formaldehído, cinamaldehído, sustancias que inflaman las vías respiratorias y dañan el sistema de defensa pulmonar (macrófagos), además que provocan aumento de tos, aparición de sibilancias, cuadros de infecciones respiratorias y bronquitis, y en pacientes con asma, aumentan sus crisis”, aseveró.

“Eso es desde el daño respiratorio que causa, pero como las sustancias ingresan a la sangre pueden provocar la inflamación de los vasos sanguíneos y ello conlleva a un riesgo de sufrir infartos, hemorragias y riesgo cardiovascular, y a nivel neurológico es importante su impacto, ya que el cerebro del adolescente está en crecimiento y estas sustancias lo alteran, provocando que el adolescente sea más impulsivo, tenga dificultad en la concentración y desarrolle diferentes problemas a su salud mental”, dijo.

Asimismo, Torres Salas sostuvo que las consecuencias para quien no inhala o está al costado de quien lo hace, es el aumento de las infecciones respiratorias agudas (IRA) como tos, asma, bronquitis, y en el caso de que sea una gestante, hay evidencia que se puede dañar el feto.

“Por ello es que las políticas del sector se dirigen a tres acciones: restringir el uso de estos dispositivos sobre todo en este grupo (adolescentes), informar a la población sobre las consecuencias del vapeo porque muchas no conocen que estos productos tienen nicotina, sustancia que irrita la vía aérea, las neuronas, vasos sanguíneos, entre otros, y realizar campañas para concientizar que no es una moda, sino una práctica que hace daño, pues al tener nicotina, ello es un factor para generar adicciones a otras sustancias”, aseveró.