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Mindfulness: cuatro técnicas clave para mejorar el trabajo en equipo

Lima, junio de 2025.- Aplicar mindfulness en los entornos laborales no solo mejora el bienestar individual, sino también la productividad, el liderazgo empático y la cohesión de los equipos. Según el informe Gallup State of the Global Workplace 2023, las empresas que integran estas prácticas pueden aumentar su productividad entre un 20% y 30%, reducir el ausentismo y fortalecer el compromiso emocional de sus colaboradores.

El mindfulness o “atención plena” consiste en prestar atención al momento presente de forma intencional y sin juicio. Esta práctica favorece la reducción del estrés, una mayor claridad mental y una toma de decisiones más consciente. Enrique Huamán Arispe, experto en liderazgo y gerente general de la consultora Impulso Positivo, resalta su impacto: “Estas herramientas permiten conectar de forma auténtica con uno mismo y con los demás, creando entornos laborales más humanos, resilientes y sostenibles”.

Cuatro técnicas recomendadas

Huamán propone empezar con acciones pequeñas y sostenidas en el tiempo, que se integren sin dificultad en la jornada laboral:

  1. Pausas conscientes guiadas: ejercicios breves de respiración, escaneo corporal o atención plena que pueden realizarse en menos de 10 minutos.
  2. Talleres de mindfulness: sesiones enfocadas en líderes y equipos que enfrentan contextos de alta exigencia.
  3. Círculos de atención plena: espacios grupales que combinan meditación guiada, reflexión apreciativa y diálogo consciente.
  4. Gestión emocional aplicada: prácticas que mejoran la comunicación en entornos complejos o de alta presión.

Estas herramientas, según el especialista, ayudan a reducir el agotamiento, generar mayor empatía y facilitar la toma de decisiones en equipos diversos.

Hacia una cultura organizacional consciente

Una vez consolidados los hábitos iniciales, se recomienda:

  • Realizar pausas diarias de 5 a 10 minutos para reconectar con uno mismo.
  • Organizar sesiones colectivas quincenales o mensuales para fortalecer el aprendizaje compartido.
  • Promover jornadas de bienestar cada trimestre como espacio de reflexión estratégica.

“Más que técnicas de relajación, el mindfulness y la meditación son prácticas de liderazgo interior. Cultivar el bienestar es cultivar el liderazgo, primero hacia uno mismo y luego hacia los demás”, destaca Huamán.

Impulso Positivo promueve un enfoque práctico y accesible del bienestar organizacional, integrando estas herramientas en la rutina de trabajo sin necesidad de grandes cambios estructurales. “Recordemos que el bienestar no debe ser un evento aislado, sino una práctica continua en todos los niveles de la organización”, concluye.