Ecología

Grupo AJE se une a ARBIO para proteger al Shihuahuaco, “el gigante milenario del Amazonas”

La conservación de la Amazonía, así como la promoción de actividades productivas sostenibles que se den en ella, es una responsabilidad fundamental, ya que es importante poner todos los esfuerzos en detener la pérdida y degradación de especies de árboles emblemáticos, de los cuales dependen innumerables formas de vida, tanto de flora como de fauna.

En esa línea, Grupo AJE como parte de su misión de contribuir y promover la revolución natural se une a la ONG ARBIO para contribuir a la investigación científica, preservación y protección del shihuahuaco, árbol milenario y especie en alto riesgo, conocido como “el gigante del Amazonas”, en la cuenca del río Las Piedras, en Madre de Dios.

“Yo estoy muy agradecida con el Grupo AJE. En estas acciones es muy importante que tanto la sociedad civil, como el sector privado se unan, porque es una causa que nos debe preocupar a todos. Nuestra salud depende de la salud de los ecosistemas, así que dependemos de los bosques sanos. Aquí estamos para que cada uno ponga de su parte. Es momento de cambiar nuestro chip y mirar las cosas como son. Entonces, lo primero que necesitamos es la divulgación; tener buena información para luego generar acciones en beneficio de todos”, señaló Tatiana Espinosa, directora ejecutiva de ARBIO Perú.

La importancia de esta alianza radica en mantener en pie estos árboles que acumulan gran cantidad de carbono y que son el hogar de especies como el Guacamayo y el Águila Harpía, quienes anidan en sus grandes troncos gracias a la seguridad que les brinda la altura y profundidad que llegan a alcanzar, sobrepasando en algunos casos los 1300 año y llegando a alcanzar más de 60 metros de altura. Asimismo, el shihuahuaco es fuente de alimento para murciélagos y agutíes, que comen sus frutos y semillas.

Desde el 2016, Grupo AJE viene trabajando mano a mano con sus aliados, en distintos proyectos que ayudan a combatir los efectos del cambio climático, como en la Reserva de Pacaya Samiria, Machu Picchu, las islas Galápagos; y ahora en Madre de Dios, junto a ARBIO.

“Para nosotros es maravilloso asociarnos con ARBIO y poder proteger al último gigante de la Amazonía. Nuestro sueño como empresa es ser como un shihuahuaco. Es decir retener más carbono que el emitimos, siendo planeta positivos  e inspirarnos en el bosque para crecer, pues el bosque cuanto más crece más carbono retiene y más agua genera. Es un gran reto, pero en la nueva revolución natural tenemos que buscar la inspiración en el bosque y en la sabiduría ancestral de nuestras comunidades para ser agentes de conservación”, concluyó Jesús López, gerente general de AJE en Perú.