Fatiga laboral puede prevenirse con detección preventiva
La fatiga laboral consiste en una sensación de agotamiento o cansancio extremo, tanto a nivel físico como mental, que se experimenta después de un trabajo físico o intelectual -asociado al puesto de trabajo- prolongado o intenso.
Existen muchos factores involucrados en el desarrollo de fatiga laboral, pero los más importantes son la deuda de sueño y las alteraciones del ritmo circadiano. Otros factores que suelen estar involucrados son el estrés, la deshidratación, la altitud geográfica, el uso de medicamentos y las patologías crónicas, entre otras.
La fatiga laboral suele ser padecida principalmente por personas que trabajan con sistemas de turnos en los que existe una alteración de los ritmos circadianos; personas con trastornos del sueño como insomnio o apnea obstructiva; o personas con estrés, mala higiene del sueño u otra condición asociada.
Cuando un trabajador tiene fatiga laboral, presenta una disminución en el tiempo de reacción, en la atención y en las habilidades motoras. Aumentan sus errores, hay mala comunicación con el resto de los trabajadores y, lo más importante, aumenta el riesgo de algún accidente laboral.
“A raíz de la pandemia, se ha podido observar que, a nivel laboral, aumentaron las condiciones que predisponen a la fatiga, como el estrés y la mala higiene del sueño e insomnio”, indicó el Dr. Héctor Anabalón, Director Médico de AlertPlus, empresa que provee servicios integrales contra la fatiga laboral.
De acuerdo con el Dr. Anabalón, existen síntomas o indicadores que pueden advertir que una persona puede estar padeciendo de fatiga laboral:
- Somnolencia
- Cansancio extremo
- Irritabilidad o cambios de humor, tanto en el entorno laboral como familiar
- Menor nivel de atención
- Pérdida de memoria
- Ocurrencia de errores en labores diarias
- Habilidad motora disminuida
- Presencia de microsueños, en casos más severos
Para no llegar a experimentar estos síntomas, es recomendable realizar una detección preventiva de la fatiga, dado que es una condición que se va instalando en forma gradual. En su etapa inicial no es percibida adecuadamente por quien la está padeciendo (lo que es una característica de la fatiga) y los cuestionarios laborales generalmente la subestiman.
En ese sentido, es necesario poder contar con alguna medición objetiva de la misma y también entrenar a los trabajadores para su detección en los demás colegas o colaboradores. El ideal es hallarla precozmente para intervenir con más posibilidades de éxito en su corrección.
Si bien hay empresas que implementan planes de pausas activas o chequeos médicos periódicos, lo primordial es que las empresas inviertan en soluciones para la detección preventiva de la fatiga y su gestión integral.
“Una persona fatigada es igual de peligrosa que una persona que está manejando bajo los efectos del alcohol. Por eso es que resulta importante la medición preventiva antes de iniciar la jornada de trabajo”, puntualizó el Director Médico de AlertPlus.