Etiquetas nutricionales: claves para entenderlas y tomar decisiones saludables
Lima, junio de 2025.- Saber interpretar las etiquetas de los alimentos se ha convertido en una herramienta clave para cuidar la salud y prevenir enfermedades. Ruth Huayhuas, docente de la carrera de Nutrición y Dietética de la Universidad Tecnológica del Perú (UTP), explica cómo leer correctamente esta información y qué aspectos priorizar al momento de comprar.
“La lectura de etiquetas debe adaptarse a cada persona. No existe una interpretación universal, ya que las necesidades nutricionales varían según la edad, el estilo de vida y los objetivos de cada individuo”, precisa la especialista. Por ello, siempre es recomendable acudir a un nutricionista que pueda ofrecer una orientación personalizada y ayudar a ajustar porciones o identificar alternativas más saludables.
¿Qué revisar primero?
El punto de partida es la tabla de información nutricional, especialmente los porcentajes de valor diario y los nutrientes críticos. “Muchos consumidores se enfocan solo en las calorías, pero es clave observar componentes como el sodio, las grasas saturadas y el azúcar, que muchas veces aparecen en niveles perjudiciales”, advierte Huayhuas.
En la lista de ingredientes, el orden importa: los tres primeros elementos son los que predominan en el producto. “Si vemos azúcares, harinas refinadas o grasas entre los primeros, es una señal de alerta”, señala la docente.
Octógonos, porciones y decisiones conscientes
En el Perú, los alimentos procesados deben mostrar advertencias (octógonos) cuando superan los límites establecidos de azúcar, sodio o grasas saturadas. Pero Huayhuas recomienda no quedarse solo con el sello visible: “Un producto puede tener un octógono por azúcar, pero si además contiene más del 5% de azúcares simples por porción, el riesgo de enfermedades como la diabetes aumenta”, explica.
En cuanto a cifras clave, sugiere no exceder las 275 calorías por cada 100 gramos, evitar grasas saturadas que superen el 10% del total y azúcares añadidos que pasen del 5%.
También es importante considerar el tamaño de la porción. “Una bolsa de snacks puede indicar que tiene tres porciones, pero si se consume entera, se triplica la ingesta de calorías y nutrientes críticos sin notarlo”, advierte.
Comparar y priorizar según objetivos
Al elegir entre alimentos similares —como yogures o cereales—, Huayhuas recomienda comparar los valores por cada 100 gramos. “Uno puede aportar más proteína y otro más carbohidratos, y la elección dependerá de si se busca ganar masa muscular o energía”, señala.
En líneas generales, aconseja priorizar el contenido de proteínas, fibra y grasas insaturadas, y reducir azúcares añadidos y sodio.
“Leer etiquetas no es solo para quienes siguen una dieta. Es un acto de prevención y autocuidado. A través de esta información, las personas pueden tomar decisiones más conscientes sobre su alimentación y salud”, concluye.