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Del efectivo al smartphone: ¿cómo está cambiando la relación del peruano con el dinero?

En los últimos años, los hábitos financieros del peruano han cambiado aceleradamente: donde antes dominaba el efectivo, ahora el smartphone comienza a ocupar un lugar central en el manejo diario del dinero. Este cambio está siendo impulsado por el rápido crecimiento de las billeteras digitales, que se consolidan como medios de pago eficientes, seguros y accesibles.

Según el Reporte de Estabilidad Financiera – Noviembre 2024 del Banco Central de Reserva del Perú (BCRP), a septiembre de 2024, el número de pagos digitales per cápita aumentó de 256 en 2023 a 386, reflejando un incremento del 76% en el número total de transacciones en comparación con el mismo período del año anterior. Este crecimiento ha sido favorecido por la adopción de instrumentos de pago que ofrecen una mejor experiencia de uso, como las transferencias inmediatas y las billeteras digitales. ​

Juan Carlos Flores, Head of Product de ProntoPaga, señala que “los usuarios están eligiendo billeteras digitales porque les permiten hacer pagos en segundos, sin complicaciones ni tiempos de espera. Además de ser accesibles y fáciles de usar, ofrecen múltiples métodos de pago y altos estándares de seguridad, lo que ha aumentado la confianza en su uso diario tanto en personas como en los negocios”.

¿Por qué los peruanos están migrando al dinero digital?

De acuerdo con Flores de ProntoPaga, varios factores están acelerando esta transformación:

  • Mayor acceso a smartphones: Más del 92% de los hogares peruanos ya cuenta con un teléfono inteligente al cierre de 2023, según el OSIPTEL.
  • Facilidad y rapidez: Hacer pagos desde el celular toma segundos, sin necesidad de llevar efectivo o tarjetas. Como explica Flores, “hacer pagos desde el celular elimina la necesidad de cargar efectivo y permite realizar transacciones en tiempo real, algo que hace que las personas se decidan por estas plataformas más fácilmente”.
  • Seguridad: Usar billeteras digitales reduce significativamente el riesgo de robos o pérdidas de dinero físico.
  • Promociones y beneficios: Muchas plataformas ofrecen descuentos, cashback o beneficios por su uso frecuente.
  • Pandemia como catalizador: Durante la crisis sanitaria por la COVID-19, el uso de medios digitales se disparó para evitar el contacto físico, y muchos usuarios mantuvieron el hábito.

Por otro lado, el especialista enfatiza en los desafíos aún pendientes:

A pesar del avance, aún existen barreras que deben superarse para lograr una adopción masiva de las billeteras digitales:

  • Educación digital y financiera: Aunque el acceso a la tecnología ha crecido, solo el 13% de peruanos tiene una educación financiera digital adecuada y más del 40% carece de capacidades financieras básicas, de acuerdo a información de la Superintendencia de Banca y Seguros. Esta brecha, sumada a la desconfianza en la seguridad en línea, limita el uso de herramientas como billeteras digitales.
  • Cobertura de internet en zonas rurales: De acuerdo al último reporte del INEI, durante el primer trimestre del 2023, más del 70% de los centros poblados rurales no tienen acceso a internet móvil, lo que equivale a más de la mitad de la población rural.
  • Interoperabilidad entre plataformas: Aunque se han dado pasos importantes, aún falta que todas las billeteras puedan integrarse sin fricciones para una experiencia fluida. El experto de ProntoPaga apunta que “la interoperabilidad entre plataformas de pago es crucial para crear un ecosistema más robusto y accesible, permitiendo que los usuarios no enfrenten barreras a la hora de elegir o cambiar de servicio”.

Para Flores, “si queremos una inclusión financiera real, necesitamos que todos los peruanos puedan usar estas herramientas sin barreras. Para eso es fundamental avanzar en alianzas, educación digital y políticas que fomenten la confianza en el ecosistema financiero actual”. En ese contexto, el crecimiento sostenido de estas plataformas demuestra que el dinero digital no es solo una tendencia, sino una transformación estructural en marcha, que está cambiando la manera en que los peruanos compran, pagan, ahorran y se conectan con la economía.