Cuidados de invierno: precauciones al tomar medicamentos para resfríos y malestares comunes
Lima, 24 de junio de 2025.- Durante el invierno, los resfríos y malestares respiratorios aumentan, y muchas personas recurren al uso de antigripales, jarabes y descongestionantes sin orientación médica. Aunque estos productos suelen dispensarse sin receta, combinan varios principios activos que pueden generar efectos adversos graves si se consumen de manera simultánea con otros medicamentos o sin la debida supervisión profesional.
“Un antigripal común puede contener hasta cuatro componentes activos. Su uso combinado tiene riesgo de potenciar un efecto no deseado”, advierte Gina Aliaga, directora de Farmacia y Bioquímica de la Universidad Norbert Wiener.
Riesgos de los componentes más comunes
La especialista detalla algunos efectos secundarios de los fármacos más habituales en productos contra la gripe y el resfrío:
- Paracetamol: Puede causar daño hepático, especialmente si se consume en exceso o en personas con afecciones hepáticas previas.
- Clorfenamina: Antihistamínico que provoca somnolencia, puede alterar el estado de ánimo y aumentar el riesgo de accidentes.
- Dextrometorfano: Supresor de la tos que potencia el sueño y puede interactuar con otros fármacos, afectando el sistema nervioso central.
- Fenilefrina: Descongestionante que puede elevar la presión arterial e inducir arritmias o accidentes cerebrovasculares en personas vulnerables o en dosis altas.
También se deben considerar otros ingredientes comunes, como la pseudoefedrina, la nafazolina, y los mucolíticos con ambroxol o bromhexina, que en niños pueden generar vómitos u otras reacciones adversas.
Evitar la combinación innecesaria
La automedicación y la combinación de varios antigripales o jarabes pueden provocar una sobredosis accidental de ingredientes como el paracetamol, desencadenando toxicidad hepática o efectos sobre el sistema cardiovascular o nervioso.
En la mayoría de los casos, los síntomas del resfrío son leves y no requieren medicación compleja. Soluciones caseras como el vapor de eucalipto, bebidas calientes, descanso y un entorno cálido pueden ser suficientes. Consultar a un profesional de salud antes de medicarse es clave para evitar complicaciones.