Conoce más acerca del mundo emprendedor y qué motiva a crear empresa
Un informe de EAE Business School reveló que entre las múltiples causas de abandono de un emprendimiento -entendido este como cierre o traspaso en los últimos 12 meses de la actividad- se destacan principalmente la imposibilidad de hacer el negocio rentable, seguido de razones personales y cierre por jubilación.
El resto de motivos aparecen bastante equilibrados, resaltando la oportunidad de vender el negocio o la alternativa de otro trabajo o negocio como salidas positivas dentro de las opciones posibles.
Posicionar un emprendimiento no es tarea fácil, según datos del Genome and Global Entrepreneurship Network, se advierte que del 61% de emprendedores con iniciativa de formar empresa, apenas el 4.3% logra superar los tres años y medio de existencia.
Al respecto, David Casas, Director del Master de Emprendimiento e Innovación de EAE Business School, destacó que ”en las fases iniciales la principal motivación es crear riqueza o una renta muy alta, seguida por marcar la diferencia y ganarse la vida, mientras que el porcentaje que lo hace por seguir una tradición familiar es mucho menor. En el caso de empresas consolidadas, destaca -claramente- sobre las demás, el ganarse la vida porque el trabajo escasea”.
Al analizar la orientación innovadora de los emprendedores en las fases iniciales y consolidados se revisaron tres aspectos:
- Nivel tecnológico: El 90% tienen un nivel tecnológico bajo, tanto en fase inicial como en consolidados. Tan solo el 4% tiene un nivel alto en fases iniciales, que se reduce al 2% en etapas consolidadas.
- Innovación en Productos y Servicios: Gran parte de los emprendedores no innova en productos y servicios (66% en fase inicial y 70% en consolidada).
- Innovación en Procesos: En procesos el panorama no mejora, el 85% no aplican innovación en los procesos.
Perfil de los emprendedores
El análisis resalta que hay valores y aptitudes que caracterizan a los emprendedores y hay cuatro percepciones diferentes que ayudan a determinarlos: existencia de oportunidades; conocimientos y habilidades; miedo al fracaso y entendimiento sobre otros emprendedores.
En primer lugar, en la percepción sobre la existencia de oportunidades en los próximos meses se ve que las personas involucradas perciben ligeramente más alternativas que quienes no las ven. Respecto a la percepción sobre si se tienen conocimientos y habilidades para emprender, las personas involucradas tienen una percepción notablemente más alta.
Por el contrario, las personas involucradas son las que menos reacias a dejar de poner en marcha un negocio por miedo al fracaso. Por otro lado, el 40% tiene una incidencia de percepciones positivas para emprender medio o alto, mientras que el 60% lo tiene bajo o nulo.
¿De dónde sale la inversión?
“El origen de los fondos necesarios viene en su mayoría por ahorros personales (59%) y familiares (7%), junto con instituciones financieras (21%). Otras fuentes de financiación son programas públicos (4,10%), inversores especializados (3,70%) y amigos (1,10%)”, precisó Casas.
Al revisar el porcentaje que los inversores dedican a startups se evidencia un equilibrio: el 68% no destinan más del 10% del patrimonio, y solo el 27% invierte más del 51% de su cartera. En cuanto a diversificación, el 44% de inversores tienen menos de cinco inversiones y se produce una desinversión en el 39% de los proyectos por circunstancias del producto.
EAE destacó los sectores en los que más se están involucrando los emprendedores, dando como resultado el siguiente escalafón: cuidado de la salud (healthcare); comercio electrónico; negocios, productividad y servicios; turismo; Fintech; impacto social; Edtech e inteligencia artificial.
“Entre los obstáculos más recurrentes para emprender se destacan las políticas gubernamentales, el apoyo financiero, los programas gubernamentales y las normas sociales y culturales. Vemos, por tanto, como los programas gubernamentales tienen una doble cara porque son apoyo y obstáculo a la vez, lo cual habla de la importancia de desarrollarlos adecuadamente. También la educación es percibida como una ayuda que sirve para luchar contra las normas sociales y culturales que obstaculizan la actividad”, concluyó Casas.