Lima, diciembre de 2025.- El cierre del año proyecta para Perú un escenario económico estable y favorable para la gestión de portafolios. Con una inflación controlada, un tipo de cambio en equilibrio y un crecimiento estimado de 3.2%, según el Instituto Peruano de Economía (IPE), las condiciones permiten que los inversionistas pasen de la cautela a una estrategia más activa orientada a optimizar liquidez y rendimientos. En este contexto, el 2026 se perfila como un año clave para diversificar inversiones, escalonar ingresos y construir posiciones más sólidas.
Jorge Castillo, jefe de inversiones de Grupo Coril Sociedad Administradora de Fondos (SAF), explica que la consolidación macroeconómica abre la puerta a instrumentos diseñados para atender necesidades de corto y mediano plazo sin sacrificar seguridad ni flexibilidad. Para ello, detalla cuatro herramientas esenciales para una gestión eficiente de liquidez en el nuevo ciclo económico.
1. Fondos monetarios
Los fondos monetarios se consolidan como una solución clave para la gestión de liquidez diaria. Estos vehículos privilegian la seguridad y la disponibilidad inmediata, lo que los convierte en la opción ideal para inversionistas que requieren acceso rápido a su capital. En el caso de los fondos denominados en dólares, ofrecen además un componente de diversificación cambiaria y la posibilidad de obtener retornos competitivos frente a otros instrumentos de bajo riesgo.
2. Renta fija con duración escalonada
Ante la expectativa de un ciclo de tasas de interés a la baja, una estrategia efectiva es construir una escalera de bonos, iniciando con instrumentos de menor duración (entre 1 y 3 años) y extendiéndose gradualmente hacia plazos de 2 a 4 años. Este enfoque permite capturar rendimientos atractivos mientras se administra eficientemente el riesgo de reinversión y las variaciones de tasas.
3. Papeles comerciales
Los papeles comerciales continúan destacando como una alternativa competitiva para perfiles conservadores. Invertir en una cartera con vencimientos escalonados —por ejemplo, a 3, 6, 9 y 12 meses— genera un flujo contínuo de liquidez y facilita una exposición diversificada a empresas solventes, con tasas que suelen superar a los depósitos tradicionales.
4. Coberturas cambiarias y de tasas
Para mitigar los riesgos asociados a la volatilidad cambiaria o de tasas, los derivados financieros se han convertido en herramientas indispensables. Estas coberturas permiten blindar operaciones en moneda extranjera, asegurar costos de financiamiento y limitar impactos adversos en periodos de incertidumbre, manteniendo la estabilidad del portafolio.
“En un Perú con bajo riesgo país y con un ente supervisor como la Superintendencia del Mercado de Valores (SMV) que fortalece el mercado, la combinación de herramientas reguladas es esencial. Nuestra recomendación para 2026 es clara: establecer objetivos definidos, realizar entradas escalonadas y definir métricas de riesgo precisas”, señala Jorge Castillo, jefe de inversiones de Grupo Coril SAF.
Con una estrategia clara, un análisis disciplinado y una mirada orientada al mediano plazo, los inversionistas podrán aprovechar un 2026 caracterizado por un entorno favorable, maximizando rendimientos sin comprometer la liquidez necesaria para afrontar nuevas oportunidades.
