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Ciberseguridad en empresas: cinco claves para prevenir ataques más sofisticados y minimizar riesgos

Lima, junio de 2025.- Las empresas peruanas enfrentan un escenario cada vez más complejo en materia de ciberseguridad. Según el reporte FortiGuard Labs, elaborado por Fortinet, durante el 2024 se registraron más de 45.500 millones de intentos de ciberataques en el Perú, nueve veces más que lo reportado en 2023. Este crecimiento sostenido refleja cómo los ciberdelincuentes están aprovechando nuevas tecnologías, como la inteligencia artificial, para hacer sus ataques cada vez más sofisticados.

Entre los sectores más afectados destacan manufactura (17%), servicios empresariales (11%), construcción (9%) y comercio minorista (9%). Parte de esta vulnerabilidad responde a que las áreas de operaciones y producción han estado tradicionalmente aisladas de los sistemas centrales, lo que ha sido aprovechado por los atacantes para vulnerar la seguridad.

“El panorama actual exige a las empresas peruanas fortalecer sus sistemas de ciberseguridad. En los últimos meses, Perú ha sido testigo de ataques cibernéticos a diversas instituciones. Estos incidentes evidencian la necesidad de que las organizaciones adopten estrategias robustas para defenderse mejor, ya que los atacantes pueden acceder a sistemas y datos críticos en muy pocas horas”, explica María Belén Ortiz, directora de la carrera de Sistemas de Información y Ciberseguridad en UTEC y docente de la maestría de Engineering Management en UTEC Posgrado.

La especialista destaca que es clave adoptar una estrategia preventiva basada en gestión de riesgos, desarrollo de talento especializado y marcos normativos y tecnológicos sólidos. Para ello, comparte cinco recomendaciones esenciales para fortalecer la ciberseguridad empresarial:

  1. Fomentar una cultura organizacional orientada a la ciberseguridad: La protección digital debe asumirse como una responsabilidad compartida. Capacitar al personal sobre riesgos como el phishing, contraseñas seguras y protección de datos es clave para reducir vulnerabilidades internas.
  2. Mantener actualizados los sistemas críticos: Las actualizaciones constantes permiten cerrar brechas explotables. Incluso en entornos industriales, es vital establecer protocolos que no interrumpan la operación.
  3. Implementar herramientas de monitoreo inteligente: Las soluciones con inteligencia artificial y análisis de comportamiento ayudan a detectar patrones anómalos en tiempo real y responder con rapidez a amenazas emergentes.
  4. Aplicar políticas estrictas de acceso a la información: Limitar los privilegios de acceso al personal necesario reduce la exposición de datos sensibles. La segmentación de redes y autenticación multifactor son prácticas eficaces.
  5. Realizar simulacros y auditorías periódicas: Las pruebas de penetración y simulaciones de ataque permiten detectar debilidades y fortalecer la respuesta institucional ante posibles incidentes.

“Invertir en ciberseguridad es, en el fondo, invertir en sostenibilidad empresarial. Las organizaciones que logren incorporar esta mirada preventiva estarán mejor preparadas para enfrentar los cambios tecnológicos que seguirán transformando sus industrias”, concluye Ortiz.