Salud

Casos de sarampión se quintuplican tras primer trimestre del 2025

El continente americano está en alerta luego de que los casos de sarampión reportados en los primeros meses de 2025 hayan experimentado un aumento dramático, pasando de 91 a 507 confirmaciones en comparación con el mismo periodo del año anterior. La advertencia fue emitida por la Organización Panamericana de la Salud (OPS), que calificó el riesgo de expansión del virus como “alto”.

Este repunte se atribuye principalmente a las insuficientes tasas de inmunización infantil y a los desplazamientos humanos entre países, lo que favorece la transmisión del virus. Hasta el momento, se han identificado focos activos en Argentina (con 14 casos), Estados Unidos, Canadá y México.

“Durante el 2024, la Organización Panamericana de la Salud (OPS), alertó en tres ocasiones sobre la disminución de las coberturas de la primera y segunda dosis de la vacuna contra el sarampión, la rubéola y la parotiditis, así como la ocurrencia de casos de sarampión en países y territorios de la Región de las Américas”, sostuvo Roger Albornoz, decano de la Facultad de Ciencias de la Salud  de la Universidad María Auxiliadora (UMA).

Vacunación deficiente, una amenaza latente

El esquema de inmunización contra el sarampión incluye la administración de la vacuna triple viral, cuya primera dosis debe aplicarse al año de vida, y la segunda alrededor de los seis años, coincidiendo con el inicio de la escolarización.

Sin embargo, las cifras son preocupantes: sólo el 28,6% de los países de América ha alcanzado una cobertura superior al 95% con la primera dosis, mientras que apenas el 16,7% ha logrado ese objetivo con la segunda. Estos porcentajes están muy por debajo del umbral recomendado para evitar la propagación comunitaria.

Esta infección es sumamente contagiosa, un solo paciente puede infectar a entre el 75% y 90% de las personas no vacunadas que tenga cerca. Según la OPS, el virus se transmite por el aire y por pequeñas gotas de saliva expulsadas al toser o estornudar, lo que lo convierte en una amenaza especialmente seria en zonas densamente pobladas y con baja cobertura vacunal.

Además de su facilidad para propagarse, el sarampión puede causar complicaciones graves como neumonía, encefalitis, diarrea severa, e incluso ceguera. La letalidad puede alcanzar hasta el 10% en comunidades con altos niveles de desnutrición y deficiencias en el acceso a servicios de salud, llegando incluso al 30% en contextos extremos como campamentos de desplazados o poblaciones indígenas sin atención médica oportuna.

“La OPS insta a los Estados Miembros a continuar fortaleciendo las actividades de vacunación, vigilancia epidemiológica y respuesta rápida. Además, recomienda la implementación de búsquedas activas comunitarias, institucionales y de laboratorio para la identificación oportuna de casos, además de actividades complementarias de vacunación para cerrar posibles brechas de inmunidad”, sostuvo el decano de la UMA.

Coordinación regional y lucha contra la desinformación

El informe de la OPS también subraya la necesidad de mejorar la vigilancia epidemiológica y coordinar esfuerzos entre las autoridades sanitarias del continente. Uno de los principales obstáculos es la persistencia de mitos y temores injustificados sobre la seguridad de las vacunas, que han debilitado la confianza en los programas de inmunización en ciertos sectores de la población.

La advertencia está hecha: el sarampión, una enfermedad que muchos consideraban erradicada, está de regreso. Y su contención dependerá de la capacidad de los países para inmunizar rápidamente a sus poblaciones, especialmente a los más pequeños.