Padres: ¿cómo podemos mejorar el desempeño escolar de nuestros hijos?
El retorno a clases presenciales fue muy esperado por las familias peruanas, sin embargo, a puertas del segundo semestre escolar muchas familias observan que sus hijos no han tenido los resultados académicos esperados. “Este período de vacaciones de medio año es el tiempo perfecto para identificar las nuevas necesidades educativas de los estudiantes. Si nuestros hijos necesitan refuerzo o ajustes en el aprendizaje para mejorar, aún estamos a tiempo”, comenta el experto en tecnologías educativas de Smartick, Javier Arroyo.
Si estás preocupado por la evolución escolar de tu hijo este año, el experto de Smartick nos comparte 4 recomendaciones para ayudarlos a mejorar su desempeño. Atención padres:
No esperes que mejore por sí solo: pensar que el bajón en el rendimiento es solo una etapa y pronto pasará es un riesgo. Lo primero que debemos hacer es observar las llamadas de alerta del niño ¿Está motivado al hacer sus tareas?, ¿se distrae con facilidad en sus deberes?, ¿llega contento, molesto o triste del colegio?, ¿tiene problemas de conducta? Reunirte con su tutor o profesores te dará información valiosa para actuar.
Respeta su ritmo de aprendizaje: muchos alumnos se adaptaron con facilidad al entorno virtual para estudiar en pandemia. Si a tu hijo se le facilita aprender con herramientas tecnológicas permítele continuar con ellas en casa. Esto significa escoger los recursos y plataformas educativas de acuerdo a las necesidades de tu hijo. Por ejemplo, Smartick es una opción comprobada para aprender matemática y comprensión lectora de forma dinámica y entretenida.
Organiza los tiempos libres: todos retornamos a la presencialidad, padres e hijos, por lo cual, los tiempos en casa han variado. Coincidir en tiempos puede ser complicado, pero no imposible. Un paseo de desconexión, acompañarlos en sus actividades extracurriculares y la conversación en familia, son actividades que siempre deben estar presentes.
Dificultad de aprendizaje: puede que tu hijo presente un trastorno de aprendizaje que no se haya identificado, esto escapa al control del niño generando frustración y ansiedad. Por ejemplo, la discalculia es la dificultad del aprendizaje en matemática o dislexia un trastorno de aprendizaje en lecto-escritura. No temas buscar ayuda de un especialista que pueda orientarte correctamente.