Cinco beneficios de la movilidad eléctrica para la ciudad
La movilidad eléctrica es aquella que hace uso de uno o más motores eléctricos para generar la locomoción, este tipo de movilidad es una apuesta que se fortalece con los años y supone múltiples beneficios, entre ellos, mitigar los daños ocasionados por los combustibles fósiles.
Si bien es importante implementar una serie de acciones y políticas por parte de las instituciones gubernamentales, también lo son las decisiones que tomamos como individuos al respecto. Por ello, Alex Ascón, especialista de e-mobility de Enel X Perú, destaca cinco beneficios de la movilidad eléctrica en nuestro país:
- Reducción del efecto invernadero: un vehículo eléctrico emite una cantidad reducida de CO2 en comparación a un vehículo a gasolina. Para recorrer una distancia de 100 kilómetros, un vehículo alimentado con gasohol puede consumir cerca de 5 kilogramos de CO2, mientras que uno eléctrico consume una cantidad casi nula.
- Mejor calidad de aire: Los vehículos eléctricos no emiten gases tóxicos como el monóxido de carbono y óxidos de nitrógeno que son letales en altas concentraciones.
- Ahorro por gasto de combustible: Hay un ahorro aproximado del 70% en el gasto de combustible en comparación al uso de un vehículo de combustión tradicional. Es decir, si se gastaba 100 soles en combustible fósil por comparativa serían 30 soles en consumo eléctrico, aproximadamente, lo cual significaría un ahorro considerable para los usuarios.
- Menor contaminación auditiva: según la Organización Mundial de la Salud (OMS), detrás de la contaminación atmosférica, la sonora es el problema ambiental de mayor intensidad en las ciudades, sobre todo la generada por el parque automotor. Uno de los principales elementos diferenciadores de los vehículos eléctricos es que, comparados a aquellos de motor de combustión interna, no generan ruidos en su funcionamiento.
- Mantenimiento más económico: el mantenimiento de un vehículo eléctrico es más barato que el de uno de combustión interna. Esto se debe a diversos factores, entre ellos una menor cantidad de piezas (60% menos vs un vehículo convencionales), también que el motor eléctrico no tiene partes sujetas a desgaste, como el embrague, o fluidos de reemplazo como en los vehículos tradicionales y, por lo tanto, es más económico y fácil de mantener. Asimismo, el desgaste de las pastillas de freno también es reducido, debido al uso de sistemas de recuperación de energía durante la desaceleración. Finalmente, la vida útil de una batería es comparable a la del automóvil y, por lo tanto, no está sujeta a mantenimiento.