Habilidades que desarrollamos en pandemia
Cuando el mundo aún enfrenta una pandemia sin precedentes y en medio de un panorama adverso -con 41 millones de desempleados en Latinoamérica, según la Organización Internacional del Trabajo y más de 20 millones en Estados Unidos, de acuerdo con el Bureau of Labor Statistics, producto de las restricciones al comercio a raíz del COVID-19-, los trabajadores permanecen, activos, creativos e, incluso, esperanzados.
“Si alguien te hubiera dicho hace seis meses que enfrentarías la doble presión de una pandemia mortal y el más abrupto descenso económico desde La Gran Depresión, ¿qué hubieras esperado de ti mismo? ¿Hubieras pensado que empezarías a hacer máscaras, hornear galletas o entregar bolsas de alimentos a los vecinos que lo necesitan? Tal vez seas más resiliente y tengas más actitud positiva de la que pensabas”. Así resume Minda Zetlin, coautora de The Geek Gap, lo que hemos vivido a lo largo de este 2020.
Según explica Sara Mendoza, gerente de marketing en Visma Latinoamérica, “en estos largos meses de pandemia y confinamiento, que variaron según país y ciudad, lo cierto es que la gran mayoría de las personas aprendieron a trabajar a distancia, con el denominado teletrabajo, lo que de alguna u otra manera hizo que desarrollaran ciertas habilidades que desconocían pudieran lograr y reforzaron otras, que permanecían dormidas”.
Megan Fasules, economista investigadora del Georgetown University Center, y Amanda Bates, coach y directora del servicio de carreras profesionales de la NC State University, aseguran que las habilidades que fortalecimos en este tiempo son tan importantes, que incluirlas en nuestros currículos, cartas de presentación, entrevistas laborales o conversaciones de cara a posibles ascensos, de seguro sumarán puntos a nuestro favor.
Es por esto que la profesional de Visma realizó una recopilación de diversas fuentes que concentran algunos puntos esenciales y destrezas que los trabajadores han podido fortalecer en estos meses de encierro, puntos clave que no sólo serán útiles mientras dure esta pandemia, sino que formarán parte de un cambio en la forma de trabajar no sólo de estas generación, sino que de la futura fuerza laboral.
1-Resiliencia y gratitud: Zetlin destaca que, a pesar de los “tiempos extraordinarios” que estamos viviendo, nuestra resiliencia es ¡enorme! Refiere un estudio de Camille Sweeney y Josh Gosfield, coautores del libro The Art of Doing, quienes encuestaron a cientos de personas entre 18 y 85 años, desde estudiantes y desempleados, hasta colaboradores en contacto permanente con el público o trabajando desde sus casas.
En lugar de encontrarse con relatos de sufrimiento y frustración, los investigadores se toparon con respuestas positivas. “La gente escribió sobre la gratitud, un antídoto para la depresión y la ansiedad. Y bastantes, incluyendo algunos que habían perdido sus trabajos, dijeron que no se estaban permitiendo entrar en pánico o hundirse en emociones negativas”, señalaron en Psychology Today.
2-Manejo del tiempo: Fasules nos invita a hacer un balance de estos meses: cómo buscamos cumplir con cada tarea de maneras sencillas en lugar de complicarnos, cómo logramos enfocarnos cuando estábamos en “modo trabajo” y cómo pudimos soltar el mail, el WhatsApp laboral y el Slack cuando pasamos al “modo hogar”. Bates asegura que “estuvimos en ‘modo nadar o hundirnos’ por tanto tiempo que no nos dimos cuenta de que estábamos desarrollando ese músculo”, que nos permite conectarnos y desconectarnos del trabajo y la familia cada vez que hace falta.
3-Productividad: Cada quien ha ido encontrando su propio ritmo de trabajo desde casa: estableciendo niveles de prioridad para los distintos proyectos, separando el tiempo profesional del personal, haciendo las veces de su propio mánager y solucionando problemas a diario. “Durante una pandemia aprendiste a lograr los objetivos de la organización sin importar dónde estabas”, sostiene Bates. Además, gracias a esta experiencia tal vez nos atrevamos a preguntar sobre la flexibilidad de la empresa en una futura entrevista laboral: “¿Tienen una política estricta de 9 am a 5 pm?”, “¿existe la posibilidad de trabajar desde casa?”, por ejemplo.
4-Inteligencia emocional: Nuestro interés en sobreponernos a la situación ha sido evidente. Ryan Roslansky, CEO de LinkedIn, informó que en marzo se triplicó la cantidad de gente que acudió a los cursos de LinkedIn Learning sobre mindfulness y manejo de estrés en comparación con el mes de febrero, cuando el COVID-19 aún no era considerado pandemia. A raíz de ello, la plataforma dejó gratuitas varias de las capacitaciones más demandadas: “Cómo manejar el sentirse sobrepasado”, “manejar el estrés para un cambio positivo”, “coachear colaboradores en situaciones difíciles”, entre otras.
5-Más conciencia y empatía: Jeff Miller, vicepresidente asociado de aprendizaje y efectividad organizacional en la empresa Cornerstone, señala que ahora que trabajo y casa están mezclados, las personas conocen más sobre las vidas privadas de sus compañeros, comparten sus preocupaciones y se apoyan entre sí: “Los trabajadores están actuando con más humanidad, pero cuando las oficinas reabran, ¿se mantendrá esta práctica?”. Explica que el “liderazgo empático” de parte de los managers será fundamental para que la consideración y el respeto por los compañeros de trabajo continúe una vez superada la crisis.
6-Comunicación: Ahora que no podemos coincidir con nuestros colegas en las oficinas, la interacción verbal y escrita ha sido esencial para mantenernos en contacto con ellos. Hemos pulido nuestra capacidad para redactar y responder cada e-mail con la información y el tono adecuados para cada receptor: un cliente, un compañero de trabajo, un jefe, etcétera. Aprendimos los protocolos de las videollamadas y muchos profesionales de la salud adquirieron experiencia atendiendo pacientes por teléfono o video chat. Si hablamos de habilidades transferibles, esta es una de las principales: “No hay una sola área en la que la comunicación no sea importante”, dice Bates.
7-Innovación: El estudio de Sweeney y Gosfield también confirmó lo que muchos venimos experimentando: este momento nos impulsó a probar nuevas actividades y buscar soluciones a cada reto que va surgiendo. Así, personas que odiaban el ejercicio empezaron a trotar, otros comenzaron a diseñar tapabocas, a hornear sus propios panes o a tomar cursos online en áreas directamente relacionadas o no con sus profesiones.
8-Aprendizaje continuo: Miller resalta que “los trabajadores demostraron un genuino interés por usar esta experiencia como una oportunidad para el crecimiento personal y el desarrollo”, un hábito que será crítico para adaptarse al futuro del trabajo: “En la medida en que la brecha de habilidades se amplía en todas las industrias, los esfuerzos para entrenar a los trabajadores tienen que darse ahora. Las empresas tendrán que seguir proveyendo oportunidades de aprendizaje que sean fáciles, efectivas y que puedan adaptarse a los flujos de trabajo diarios de los empleados”.
9-Confianza: Con la cuarentena, a los jefes no les quedó más opción que confiar en que su equipo podía trabajar de forma remota. Sin embargo, Miller confiesa que en las primeras semanas muchos empleadores invirtieron en softwares para trackear a los colaboradores, “a pesar de décadas de investigaciones que indican que el monitoreo da señales de desconfianza a los trabajadores e insta a la deslealtad”. El experto advierte que el enfoque contrario es y seguirá siendo mucho más efectivo: “Confía en tus trabajadores y ellos honrarán tu confianza. El hecho de que hayan sido más productivos durante la pandemia es evidencia de ello”.
Lejos de ser un “año perdido”, este 2020 fue un tiempo de aprendizaje y reflexión, de sacar lo mejor de cada uno y poner en práctica virtudes y herramientas que muchos desconocían. Para Sara Mendoza, gerente de marketing en Visma Latinoamérica, “este año tomamos un “curso intensivo” de adaptación al cambio y preparación para el llamado “futuro del trabajo”.