¿Qué importancia tiene que el OSCE tenga un Sistema de Gestión Antisoborno?
De acuerdo al Barómetro de las Américas, el estudio de opinión pública más importante realizado a nivel de todo el continente americano, el principal problema del país para los peruanos es la corrupción. Al mismo tiempo, en el imaginario popular la corrupción se ha vuelto casi inherente al sector Construcción y a las contrataciones del Estado, a causa de casos tan famosos como el de Lava Jato, que tanto daño han hecho en el Perú y toda la región.
Por eso es tan importante que el Organismo Supervisor de las Contrataciones del Estado (OSCE) ya cuente con normas y estándares para combatir la corrupción, a través del Sistema de Gestión Antisoborno ISO 37001, cuyo principal objetivo es fomentar compras y adquisiciones públicas transparentes.
“Este sistema no solo mejora la gestión del OSCE, también ayuda a generar confianza en los propietarios, inversionistas, clientes y otros socios comerciales. Normas como el ISO 37001 permite a las empresas y entidades públicas ser más competitivas lo que, a la larga, trae beneficios para el desarrollo y la economía del país”, opinó Eduardo Sumarriva – Especialista en gerenciamiento de proyectos y administración de contratos.
Esta norma guía a las organizaciones sobre cómo establecer, implementar, mantener, revisar y mejorar un programa o sistema de gestión antisoborno; incluye una serie de medidas y controles que la organización debe implementar para lograr tener buenas prácticas globales de gestión antisoborno y establece los requisitos de un sistema de gestión para combatir el soborno.
Además, la normativa antisobornos ha implementado mejoras y cambios preventivos en distintos procesos a nivel de la institución: la inscripción de proveedores, ejecutores y consultores de obras, la gestión de control posterior, la atención de consultas, la aplicación de sanciones, entre otras.
Finalmente, en el marco de la lucha contra la corrupción, el OSCE también cuenta con la capacidad de recibir -de manera online- denuncias de corrupción de funcionarios o en procesos de licitación, a través de este link. Estas denuncias provienen usualmente de los propios participantes de un proceso de licitación, los gremios u organizaciones de empresarios. El objetivo es que todo el ecosistema alrededor de los procesos de contratación con el Estado se una a esta lucha.
“La mejor forma de combatir la corrupción en el sector es la estandarización y automatización de los procesos. Si el OSCE logra que el 100% de los procesos sean electrónicos y sean revisados por ellos y toda la fiscalización y revisión de documentación se dé en tiempo real, dejan muy poco margen a que exista manipulación, beneficio debajo de la mesa o corrupción”, afirma Sumarriva.