Lima, diciembre de 2025.- El ataque cerebrovascular (ACV) continúa siendo una de las principales amenazas para la salud pública a nivel global. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), esta condición se ubica como la segunda causa de muerte en el mundo, además de ser una de las principales razones de discapacidad permanente en adultos. En el Perú, la situación no es ajena: las enfermedades cerebrovasculares representan una carga creciente para el sistema de salud y para miles de familias cada año.
De acuerdo con información del Ministerio de Salud (MINSA), una de cada cuatro personas sufrirá un ACV a lo largo de su vida. Sin embargo, hasta el 90 % de los casos pueden prevenirse si se identifican y controlan oportunamente los factores de riesgo. En ese contexto, el acceso temprano al diagnóstico y a tratamientos especializados resulta clave para mejorar el pronóstico de los pacientes y reducir las consecuencias a largo plazo.
En los últimos años, el norte del país ha registrado avances importantes en este campo. Regiones como Piura ya cuentan con cirugías avanzadas para el tratamiento de aneurismas cerebrales, procedimientos que antes solo estaban disponibles en la capital. Este cambio no solo amplía la cobertura de atención especializada, sino que también reduce los tiempos de traslado y mejora las posibilidades de recuperación de los pacientes.
Según explica el Dr. Alex Paico Sernaque, neurocirujano de la clínica AUNA Piura, el impacto de estos avances es evidente en la práctica clínica diaria. “En AUNA Piura atendemos en promedio 30 casos de aneurismas cerebrales al año, entre pacientes que ingresan por emergencia con aneurismas rotos y aquellos diagnosticados de manera oportuna en consulta externa. En los últimos años hemos observado un aumento en los diagnósticos tempranos, directamente relacionado con la disponibilidad de un tomógrafo que permite reconstruir el polígono de Willis con gran exactitud”, señala el especialista.
Los pacientes que con mayor frecuencia presentan este tipo de patologías son adultos mayores de 40 años que conviven con factores de riesgo como hipertensión arterial no controlada, diabetes, obesidad e hipercolesterolemia. En muchos casos, el síntoma que motiva la atención de emergencia es una cefalea intensa, acompañada de alteraciones en el nivel de conciencia, un signo de alarma que requiere evaluación médica inmediata.
Cirugías avanzadas para el tratamiento de aneurismas cerebrales
El desarrollo de nuevas técnicas quirúrgicas y endovasculares ha marcado un antes y un después en el abordaje de los aneurismas cerebrales. En la clínica AUNA Piura, los pacientes pueden acceder actualmente a procedimientos de alta complejidad que permiten tratar esta condición de forma más segura y efectiva.
Entre las cirugías avanzadas disponibles se encuentran la craneotomía con clipaje del aneurisma, un procedimiento que consiste en colocar un clip metálico para aislar el aneurisma de la circulación sanguínea y prevenir su ruptura. Asimismo, se realiza la craneotomía con asistencia endoscópica, técnica que mejora la visualización de estructuras críticas del cerebro, reduce riesgos quirúrgicos y optimiza los resultados clínicos.
Otra alternativa es la embolización endovascular con coils, una técnica mínimamente invasiva que se realiza a través de los vasos sanguíneos. Este procedimiento permite sellar el aneurisma desde el interior, disminuyendo el trauma quirúrgico y favoreciendo una recuperación más rápida en determinados pacientes.
“El uso de estas técnicas ha cambiado de manera importante el pronóstico de los pacientes”, destaca el Dr. Paico. “En aquellos que llegan en buenas condiciones clínicas, la sobrevida ha mejorado hasta en un 60 % y el tiempo de hospitalización se ha reducido de forma considerable”, añade el especialista del servicio de neurocirugía de AUNA Piura.
Estas cirugías se realizan con el apoyo de panangiografía digital con arco en C, una tecnología de alta precisión que permite localizar el aneurisma con mayor exactitud y aplicar el tratamiento de forma más segura. Gracias a este equipamiento, los períodos de hospitalización, que antes podían extenderse entre 10 y 15 días, hoy se reducen a entre 3 y 5 días en pacientes sin complicaciones, facilitando una recuperación más rápida y un retorno temprano a sus actividades cotidianas.
La disponibilidad de estas cirugías especializadas en Piura representa un paso importante en la descentralización de la atención de alta complejidad en el país. Acercar tratamientos avanzados a más personas no solo salva vidas, sino que también contribuye a reducir las brechas de acceso a la salud y refuerza la importancia de la prevención, el diagnóstico oportuno y la atención especializada frente al ataque cerebrovascular.
