Día Internacional del TDAH: rompiendo mitos para comprender mejor esta condición
Lima, julio de 2025.- El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) es una de las condiciones neurobiológicas más comunes en la infancia, pero su impacto se extiende mucho más allá de esa etapa. En Perú, cerca de 300 mil escolares conviven con este trastorno, que también se presenta en la adolescencia y adultez, generando retos significativos en el entorno familiar, académico y social.
La falta de información no solo retrasa el diagnóstico oportuno, también alimenta estigmas y creencias erróneas sobre sus causas y tratamiento. Esta condición se manifiesta principalmente a través de problemas de atención, impulsividad y exceso de actividad, síntomas que afectan el rendimiento escolar y las relaciones personales.
“El TDAH es una alteración neurobiológica que genera dificultades en el aprendizaje y comportamiento del niño. Sin embargo, no se trata de un diagnóstico exclusivo de la infancia; jóvenes y adultos también pueden padecerlo”, explica la psicóloga María Elena Escuza, directora de Psicología de la Universidad Norbert Wiener.
Diagnosticar el TDAH requiere un proceso clínico riguroso, ya que no existe una prueba única para identificarlo. Es necesario descartar otras condiciones similares, como ansiedad o trastornos del sueño, y considerar la información proveniente de padres, maestros y, cuando sea posible, del propio paciente.
En el marco del Día Internacional del TDAH (13 de julio), la especialista aclara cinco mitos frecuentes sobre esta condición:
1. “El TDAH solo afecta a los niños”
Falso. Aunque se diagnostica principalmente en la infancia, los síntomas pueden continuar en la adolescencia y adultez, impactando la vida académica, laboral y social.
2. “Es causado por una mala crianza”
Falso. El TDAH tiene un origen genético y neurobiológico. El entorno familiar influye en la gestión de los síntomas, pero no es la causa del trastorno.
3. “Los niños con TDAH no pueden concentrarse en nada”
Falso. Pueden enfocarse intensamente en tareas que les resultan estimulantes, como los videojuegos, aunque les cueste mantener la atención en actividades monótonas.
4. “Si puede jugar tranquilo, no tiene TDAH”
Falso. Un niño con TDAH puede mostrar atención selectiva. El diagnóstico debe basarse en observaciones en distintos contextos, no solo en momentos puntuales.
5. “El TDAH se cura con pastillas”
Falso. Los medicamentos ayudan a reducir los síntomas, pero no curan el trastorno. El tratamiento debe ser integral, incluyendo acompañamiento psicológico, estrategias educativas y orientación familiar.
“El rol del entorno familiar y escolar es clave en el tratamiento del TDAH. Se recomienda que los padres se informen y acompañen activamente el desarrollo del niño en cada etapa”, concluye Escuza.