5 de cada 10 estudiantes en América Latina abandonan la universidad
Lima, junio de 2025.– La educación universitaria en América Latina atraviesa una crisis silenciosa pero profunda: el 50 % de los estudiantes abandona la universidad antes de concluir su carrera, según el Banco Mundial. En el caso peruano, esta deserción tiende a intensificarse hacia el final del semestre, cuando se acumulan evaluaciones, aumentan las presiones y se evidencian brechas de aprendizaje no resueltas desde etapas anteriores.
Aunque a menudo se asocia el abandono con factores económicos o académicos, la realidad es más compleja. La transición del colegio a la universidad exige una autonomía para la cual no todos los jóvenes están preparados. A esto se suma un sistema educativo que no siempre identifica a tiempo a los estudiantes en riesgo, docentes sobrecargados y niveles de preparación muy dispares entre los ingresantes.
Frente a este panorama, las soluciones edtech basadas en inteligencia artificial (IA) están cobrando protagonismo como herramientas clave para mejorar la permanencia y fortalecer la calidad educativa sin reemplazar el rol humano. En ese marco, la startup peruana uDocz ha comenzado a implementar un modelo de acompañamiento 24/7 que ofrece un tutor personalizado para cada estudiante y un asistente inteligente para cada docente.
“Nuestra propuesta busca aliviar las tensiones más frecuentes del sistema: baja retención, sobrecarga docente y estudiantes desmotivados. Lo hacemos con tecnología que acompaña en tiempo real y se adapta a cada contexto académico”, explica Carlos Effio, CEO y fundador de uDocz.
Esta plataforma se integra con sistemas como Canvas o Blackboard y utiliza IA para personalizar contenidos, automatizar tareas repetitivas, identificar señales tempranas de abandono y permitir al docente focalizar su esfuerzo pedagógico donde realmente se necesita. El enfoque incluye aprendizaje personalizado, enseñanza diferenciada, blended learning y analítica predictiva.
“La experiencia de uDocz muestra que cuando el acompañamiento es constante, adaptado a las necesidades reales del estudiante y el docente se mantiene activamente involucrado, no solo se evita el abandono: se impulsa el progreso”, añade Effio.
Con el cierre del semestre académico a la vista, este tipo de herramientas ofrece a las universidades una oportunidad crítica para rediseñar su propuesta educativa, alinear tecnología con pedagogía y apostar por una educación más justa, eficiente y centrada en el estudiante.