Ecología

¿Cómo es un tapir y un jaguar de Cusco y una ballena del mar de Pisco? Conócelos aquí

Luego de la segunda ola por COVID-19, la reactivación económica y el turismo permitirán la exploración, los viajes y el conocimiento de diversas especies de fauna silvestre en sitios encantadores como la Reserva Nacional de Paracas (RNP) de Pisco y la espesura selvática del Bajo Urubamba de Cusco, donde Camisea realiza trabajos de detección de la biodiversidad con alta tecnología.

Estas son las especies descubiertas y registradas que se caracterizan por su colorido, belleza y singularidad en zonas de una biodiversidad impactante del Perú:

Jaguar: Es el felino más grande de Latinoamérica criándose en la selva de Cusco y pesa hasta unos 130 kilos, puede medir 1.80 metros y es un cazador que, a diferencia de otros felinos, no le teme al agua para perseguir a sus presas.

Tapir: o sachavaca (tapirus terrestres), es otro de los animales que el Programa de Monitoreo de la Biodiversidad (PMB) de Camisea captó con sus cámaras trampa en el Bajo Urubamba de Cusco. Según un informe del Ministerio de Agricultura y Riego (Minagri), esta especie tiene una relevancia cultural, biológica y económica desde el Perú precolombino.

Ballenas: Megaptera novaeangliae o ballenas pertenecen al grupo de cetáceos, que son los mamíferos marinos menos conocidos, pero el más diverso para la zona de Pisco. Se han registrado más de 19 especies hasta la fecha. Las ballenas jorobadas gustan saltar fuera del agua, impulsando su cuerpo hacia atrás o de lado.

Insectos: Según los reportes científicos del PMB de Camisea, también se registraron distintas variedades de insectos en Cusco, donde destacan los lepidópteros nocturnos, himenópteros (abejas), dípteros, scarabaeidae (escarabajos) y formicidae (hormigas). Estas especies juegan un rol clave en el ecosistema: son descomponedores, consumidores, predadores y parásitos.

Tortugas: En el mar de Pisco habitan cinco de las siete especies de tortugas marinas que existen en el mundo. Debido a la temperatura templada del agua (más cálida que en otros puntos de la costa central y sur del Perú) y a la gran disponibilidad de alimento, las tortugas ven en la zona un lugar ideal para crecer y desarrollarse, aunque enfrentan también las presiones de la pesca intensiva.