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Científicos investigan la presencia de toxinas en lagos peruanos

A nivel global, diversos microorganismos están generando problemas ambientales y de salud pública en los últimos años. Uno de estos son las cianobacterias, bacterias capaces de hacer fotosíntesis, que habitan principalmente en cuerpos de agua alrededor del mundo y han provocado más de 1100 eventos de intoxicación reportados -en humanos y animales-, en casi 70 países por las toxinas que pueden producir.

Estas toxinas (conocidas como cianotoxinas), que se están haciendo cada vez más frecuentes en los suministros de agua potable, generan un gran peligro al no poder ser filtradas aún por la mayoría de las plantas de tratamiento. Su ingesta puede producir daños hepáticos, gastrointestinales, renales, respiratorios o neuronales, incluyendo síntomas como fiebre, dolores musculares, neumonía, vómitos, entre otras. También generan irritaciones en la piel y en mucosas. En casos extremos, se puede llegar a la muerte, incluso en pocos días.

“Nos encontramos frente a una emergencia ambiental y sanitaria que el público en general poco conoce y solo los involucrados en el ámbito de la investigación del agua y los microorganismos están alertados. Cada vez hay más “manchas verdes” en mares, ríos, lagos y lagunas. Estas son muchas veces eflorescencias de cianobacterias, las cuales pueden producir cianotoxinas, sustancias que podrían atravesar la piel y tener efectos nocivos sobre la salud. Dentro de las más comunes, están las hepatotoxinas, que afectan el hígado de la persona o animal que consume el agua; neurotoxinas, que afectan el sistema nervioso; genotoxinas, que pueden modificar el material genético; o citotoxinas, que destruyen la estructura celular de quien está expuesto a esas toxinas”, indica el Dr. Patrick Venail, director del Centro de Investigación y Tecnología del Agua (CITA) de la Universidad de Ingeniería y Tecnología (UTEC).

La producción excesiva de este tipo de bacterias se debe al impacto de las actividades humanas en el medio ambiente. El aumento en la disponibilidad de nutrientes y el calentamiento global proporcionan el hábitat ideal para que estas aumenten sus densidades poblacionales. “Las cianobacterias se ven beneficiadas generalmente, aunque no siempre, en lugares donde hay nutrientes en abundancia. Como consecuencia de actividades humanas como el uso excesivo de abonos o el no tratamiento de las aguas grises y negras, los cuerpos de agua tienen más nitrógeno y fósforo; por lo tanto, estos organismos encuentran más espacios en donde habitar. Las grandes masas de bacterias, al final, van a descomponerse en el fondo del lago, generando sustancias como metano y reduciendo los niveles de oxígeno en el agua. Esto suele acarrear la muerte de otras especies de plantas, peces, anfibios y demás, generando un total desequilibrio del ecosistema”, añade el investigador.

Con el fin de establecer la posible y poco reportada presencia de cianobacterias tóxicas en fuentes de agua para consumo humano o animal, el CITA-UTEC está realizando investigaciones pioneras para reportar con exactitud casos de cianobacterias y cianotoxinas en el Perú. Para ello, están recolectando y analizando muestras de agua en lagos y reservorios en cuatro regiones del Perú: Áncash, Arequipa, Lambayeque y Piura.

“Recolectar y luego analizar estas muestras de agua en un laboratorio nos permitirá determinar si las especies de cianobacterias que encontremos representan un posible problema para la salud por producir toxinas. De esta forma, queremos dar un primer paso para luego intentar instaurar un plan de continuidad nacional para hacer un monitoreo constante y a largo plazo. Así, podremos seguir estas eflorescencias, predecir su aparición y tomar medidas para proteger el aprovisionamiento de agua y la salud pública”, señala Venail, quien es también director de la carrera de Ingeniería Ambiental de la casa de estudios.

Siguientes pasos

En algunos países europeos y norteamericanos, ya se cuenta con la tecnología necesaria para hacer seguimiento, predecir, evitar y tratar la presencia de toxinas producidas por cianobacterias en cuerpos de agua. Se ha invertido en desarrollo tecnológico que permita luchar contra estos problemas ya que los ecosistemas en desequilibrio por exceso de nutrientes y alta abundancia de cianobacterias son difíciles de restaurar. Evitar el exceso de nutrientes es una muy buena medida preventiva pero también existen soluciones como la introducción de especies en un ecosistema, el uso de bombas de burbujas inyectadas desde fondo del lago, o el uso de máquinas de ultrasonido para evitar su sobreabundancia. “Aún estamos en los primeros pasos para determinar la prevalencia de cianobacterias en el Perú; pero, sabemos que este proyecto traerá grandes beneficios. Nosotros no pretendemos eliminar las bacterias, sino que queremos controlar las especies que puedan generar un riesgo para el ecosistema o las personas que dependen de esas lagunas como fuente de agua. La idea es devolverle al sitio las condiciones que tenía previo a nuestros efectos negativos al darnos cuenta de los lagos en donde existe el riesgo de presencia de cianotoxinas. Así, las especies de cianobacterias que se encuentran naturalmente en un lugar permanecerán, pero en concentraciones que no sean nocivas para la salud humana ni de las especies que habitan ese sitio. De este modo, se lograrán evitar futuros problemas de toxicidad”, finaliza el especialista de UTEC.