AAP: Urge que gobierno dicte medidas concretas para impulsar masificación del gas natural
Es el momento de que el Gobierno realmente invierta tiempo y recursos en la correcta gestión de alternativas que impulsen la masificación del gas natural en el país, y de esta forma, los peruanos de todos los rincones del país puedan beneficiarse de su uso. Así, lo sostuvo, Karsten Kunckel, presidente de la Asociación Automotriz del Perú (AAP) tras mencionar que, ahora que el precio de los combustibles derivados del petróleo viene incrementándose por factores externos, es importante potenciar alternativas (como el gas natural) que contribuyan a mejorar la vida de los peruanos e impulsen la reactivación económica del país.
El Perú, dijo, tiene grandes yacimientos de gas natural, pero que a pesar de los años transcurridos desde que se puso en marcha las operaciones en Camisea, todavía no llega a todos los peruanos. “La primera etapa -que es la de extracción- está desarrollada, ahora lo que se necesita es que el Estado asuma su responsabilidad e impulse eficientemente medidas concretas que promuevan la distribución, transporte y comercialización del gas natural”, anotó el representante gremial tras indicar que la falta de ductos que lleguen a ciudades de provincias desalienta el uso de este combustible y encarece su comercialización.
No es posible, dijo el representante gremial, que entre el 18 y 20% de la producción actual de gas natural tenga que ser reinyectada al yacimiento, simplemente porque no se han dado las condiciones para generar una demanda que abastecer. “Ese gas natural que se devuelve puede convertirse en generador de nuevas industrias, más empleo y bienestar para los peruanos, y no se está haciendo nada para corregir esa situación”.
Es importante señalar que durante el 2021 se registró la venta de apenas 1,596 vehículos nuevos a gas natural, por debajo de los 2,618 reportados en el 2020, y muy atrás de las 5,684 unidades del 2019; además en el 2021 se convirtieron 18,846 vehículos a gas natural, asimismo, de acuerdo con cifras de Infogas se calcula que el número activo de vehículos a gas natural que circulan por el país es de 320,879 al cierre del 2021, aproximadamente uno de cada diez autos del total del parque vehicular. Del mismo modo, en el referido año tan solo el 1% de vehículos nuevos vendidos han sido a gas natural.
Karsten Kunckel señaló que este es un tema que requiere de la suma de esfuerzos del sector privado y público. Del sector público, dijo, lo que se necesita es que pase de la retórica a la acción, con medidas concretas que incentiven la llegada de inversión y de los privados la decisión de hacer empresa ya sea en la distribución, transporte o comercialización del gas natural.
El representante gremial recordó que, gracias al acuerdo que suscribió el Gobierno peruano con el Consorcio Camisea, el Perú tiene uno de los precios de gas natural para mercado interno más baratos del mundo y aun así no existen las condiciones que promuevan una demanda del gas natural. “Es imprescindible que el Estado impulse la construcción y la culminación del gasoducto andino, cuya construcción está detenida hace 5 años y por otra parte, que se acelere la construcción de los ductos de Ayacucho, Junín, Ucayali y otras zonas del país que pueden hacer del gas natural un recurso básico para desarrollar su industria”, apuntó.
Este escenario, añadió Kunckel, genera situaciones inadmisibles en la macrorregión sur (ubicación del yacimiento) como lo que sucede en Arequipa, que a pesar de ser la segunda provincia con el mayor parque automotor (con más de 250 mil unidades al 2021) del país, no cuenta con una distribución adecuada del recurso; lo que lo encarece y hace poco rentable su uso masivo. Otra ciudad que por su potencial turístico y comercial podría impulsar su desarrollo con el uso del gas natural es Cusco. “Si en el análisis sumamos su cercanía al yacimiento, se hace incomprensible la falta de atención prioritaria del Gobierno hacia esta zona del país”, anotó.
Finalmente, el presidente del gremio automotor señaló que un buen ejemplo a seguir es Colombia, donde el Estado, a través de Ecopetrol, lidera la construcción de los principales gasoductos colombianos y a lo largo del tiempo ha dictado normas de promoción para la inversión privada en las distintas actividades de la cadena productiva, incluyendo subsidios, subvenciones y contribuciones, además de reglas claras sobre gestión de la información operativa y comercial.