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Por qué es momento de facilitar el ingreso de personas con discapacidades a las fuerzas laborales modernas

Por Marcos Razón, presidente y director general HP Inc. para Latinoamérica

En tiempos de crisis, las empresas suelen suspender sus compromisos con las causas de responsabilidad social, como por ejemplo el apoyo a trabajadores discapacitados, para enfocarse en asuntos que consideran más urgentes. Sin embargo, para poder salir y recuperarse de la pandemia actual, las organizaciones tendrán que reactivar estos esfuerzos lo más pronto posible.

El número estimado de 85 millones de personas con algún tipo de discapacidad en Latinoamérica representa un grupo de talento valioso, de gran tamaño y relativamente sin aprovechar, perfecto para impulsar la clase de innovación que se necesita si se quiere competir en una economía post-Covid. Son individuos que, a pesar de las percepciones que los consideran menos capaces, cuentan por lo general con educación de nivel superior y están ávidos y dispuestos a marcar la diferencia. De hecho, los estudios muestran que las empresas tienden a superar a sus competidores y lograr mayores beneficios financieros tangibles cuando emplean a trabajadores con discapacidades.

Aun así, muchos dueños de empresas tienen la falsa impresión de que emplear a personas con necesidades especiales resulta muy caro. Consideran que tendrían que invertir demasiado en renovaciones en sus instalaciones y actualizaciones tecnológicas tan solo para que pasen por la puerta principal. Sin embargo, la investigación demuestra que la mayoría de los empleados con discapacidad no requiere mucho en cuanto a instalaciones físicas. Y con la compra de computadoras, impresoras y dispositivos móviles, tomando en cuenta la accesibilidad, las empresas pueden ampliar su alcance físico para atraer talento.

Lograrlo resulta más fácil de lo que suena porque la tecnología inclusiva ha progresado mucho con las características visuales, auditivas, físicas y cognitivas que habrían sido muy difíciles de imaginar hace algunos años.

Por ejemplo, muchas computadoras modernas, tanto de escritorio como portátiles, están diseñadas con el objetivo de aprovechar al máximo la tecnología de asistencia para discapacidades visuales en el sistema operativo Windows. Características tales como el aumento de pantalla, el dictado, y los controles táctiles permiten la realización y el cumplimiento del trabajo de los débiles visuales quienes perciben gran parte del mundo a través del tacto y del sonido. De igual manera, un selecto número de impresoras comercializadas recientemente ofrece una variedad de comandos de voz, indicaciones visuales mejoradas y capacidades de pantalla táctil que ayudan a las personas con debilidad visual a realizar su trabajo de forma más sencilla.

Desde la perspectiva de la audición, muchas computadoras e impresoras modernas también incluyen alertas visuales, capacidades de video con lenguaje de señas, y controles de volumen físicos para ayudar a los trabajadores con dificultades auditivas. Estas características no solo ayudan a los empleados que han tenido problemas de audición por mucho tiempo, sino que también son útiles para las decenas de millones de trabajadores de edad avanzada en la fuerza laboral de Latinoamérica que están padeciendo la pérdida de la capacidad auditiva.

Para los empleados que enfrentan desafíos relacionados con su habilidad manual, fuerza, o que tienen otras complicaciones físicas, ahora muchas de las laptops cuentan con modos de configuración múltiples, como tableta o pantalla táctil, que les permiten personalizar su dispositivo de acuerdo con sus propias necesidades. Las características de control de voz en hardware y software también les permiten interactuar fácilmente con sus computadoras sin la necesidad de un teclado o un mouse. Mientras tanto, el software de seguimiento ocular (eye-tracking) en evolución, hace posible controlar las funciones principales de la computadora con una mirada, en lugar de un dispositivo periférico.

Las consideraciones de carácter cognitivo también se están abriendo camino en las computadoras e impresoras modernas. Por ejemplo, muchas de las PCs e impresoras de hoy están diseñadas para que sean lo más fáciles de usar posible. Esto significa el uso de un lenguaje sencillo e instrucciones pictográficas con el nivel de redacción de educación media básica. Ofrecen una gama de características de lectura en voz alta, así como oportunidades de realidad aumentada para el aprendizaje y el descubrimiento. Y algunas incluso están optimizadas para funcionar con asistentes de voz populares como Cortana y Google Assistant.

Hay muchos pasos que las organizaciones pueden dar para facilitar el camino de la contratación de personas con discapacidad. En primer lugar, comienza con un compromiso claro de lograrlo, reconociendo que esta fuerza de trabajo subrepresentada ofrece a las empresas aptitudes, estilos de liderazgo y formas de pensamiento más diversas. Y entendiendo que necesitan ser respaldadas por pequeñas inversiones en el diseño de oficinas e infraestructura tecnológica.

Por otro lado, las empresas también deben reconocer que, como lo dice la Organización Mundial de La Salud (OMS), “casi todos estaremos discapacitados temporal o permanentemente en algún punto de nuestras vidas, y aquellas personas que sobrevivan en la vejez tendrán cada vez más dificultades para su funcionamiento.” Por lo tanto, nos incumbe a todos examinar nuestros índices de diversidad e inclusión y asegurar que tengamos programas efectivos en marcha para integrar completamente a personas con discapacidades en nuestras fuerzas de trabajo, ahora y en el futuro.