Lima, los aniegos de siempre: tuberías y redes de abastecimiento obsoletas y con sobrepresión
En unas semanas se cumplen dos años de los graves aniegos que afectaron a miles de vecinos de San Juan de Lurigancho. Aquel 13 de enero de 2019 colapsaron varias tuberías de aguas residuales cuando se reparaba la red matriz, y días después se produjeron nuevas roturas que volvieron a perjudicar a los residentes de este distrito limeño. Ante una situación que se repite es importante considerar las causas, que pasan principalmente por tuberías y redes obsoletas y que no tienen capacidad para atender las necesidades de abastecimiento de una población creciente.
El problema viene de años y no termina de solucionarse a pesar de los grandes esfuerzos de Sedapal, principalmente porque la red de abastecimiento de agua potable y de desagüe -con miles de kilómetros de tuberías y conexiones- no está preparada para atender la alta demanda de la población. De hecho, en abril de este año -en plena pandemia- se produjo otro aniego en la avenida Los Próceres, y se vivió una situación similar el pasado 25 de noviembre, también en San Juan de Lurigancho.
Las consecuencias de todo esto son conocidas, especialmente por la población que las sufre directamente: cortes de agua y abastecimiento durante días a base de cisternas, pérdida de enseres y graves daños en las viviendas, altos costos económicos que han de asumir los responsables de la red, enfermedades causadas por el efecto de las aguas servidas… ¿Pero ¿cuáles son las causas y cómo se debe enfrentar esta grave situación?
Los comunicados de Sedapal coinciden casi siempre en que el aniego se produce por la rotura de tuberías de distintos diámetros, comenta Gerson Gavino, experto en sistemas de gestión de fluidos y jefe del departamento técnico de Hidráulica. ¿Y por qué se rompen?, ¿por qué colapsan los colectores y otros elementos de la red de agua y desagüe?:
- Tiempo de vida: las tuberías tienen una durabilidad que se sobrepasa en muchos sectores, y en SJL encontramos redes obsoletas con más de 35 años.
- Sobrepoblación: las redes fueron pensadas para abastecer a un determinado sector y número de familias, que en ocasiones se quintuplica. Esto provoca colapso en las redes, que no tienen capacidad de llevar el agua necesaria a tantos usuarios, por lo que Sedapal ha de acometer cambios y reinserciones con la finalidad de ofrecer un mejor servicio.
- Sistemas informales: en algunos lugares, sobre todo en zonas periurbanas y alejadas, las conexiones de agua están instaladas ilícitamente, es decir, se trata de agua no facturada y por tanto no existe un registro correcto sobre la provisión del recurso ni el nivel de salubridad.
- Sobrepresiones: todo sistema hidráulico está compuesto de accesorios que sirven para unir y proteger las tuberías. Muchas veces, las fallas se presentan ahí, cuando, por ejemplo, se da algún procedimiento de mantenimiento o corte de válvula erróneo y el accesorio destinado a proteger la tubería, como la válvula de seguridad, termina fallando.
- Defectos en la reparación: muchas veces ante fallas o aniegos se generan reparaciones de emergencia que no necesariamente utilizan los materiales adecuados, como por ejemplo cuando hay que realizar transiciones entre diferentes materiales, lo que causa que posteriormente se produzcan los clásicos drenajes de agua.
- Dificultades en el proceso de mantenimiento y reparación: mientras más sean los tubos y estén colocados bajo tierra, se requiere un proceso más complejo para su reparación, por lo que son necesarios un tiempo de reacción y sistemas de detección de fallas y mantenimiento más eficientes.
- Materiales dañados: hay que tener en cuenta que muchas de las tuberías y componentes que aún conforman la red de las ciudades no han sido sustituidas hace decenas de años y son de materiales que pueden estar dañados por el paso de los años como el asbesto cemento o simplemente instalaciones antiguas que no cumplían con las exigencias actuales de Sedapal.
Soluciones innovadoras
Actualmente, existe una amplia gama de soluciones innovadoras para garantizar una larga vida no solo a las redes primarias de agua, sino también a las domiciliarias, orientadas a lograr la reducción de fugas y pérdidas.
“El sistema de redes y alcantarillado de Lima, y en general del país, presenta zonas donde la antigüedad es superior a los 50 años. Si bien existen esfuerzos del gobierno por revertir esta situación, es necesario retirar paulatinamente las viejas redes de asbesto cemento para reemplazarlas por nuevos sistemas de materiales innovadores y duraderos como el HDPE y sistemas de acerrojamiento antisísmicos”, refiere Gavino.
Conceptos como la electrofusión o uniones de amplio rango y anti-tracción (como las Multi Joint) ganan terreno como los sistemas más adecuados y seguros. En el caso del primero, es el procedimiento de mayor tendencia en la unión de tuberías de polietileno de alta densidad para redes de abastecimiento por la rapidez y versatilidad en la instalación.
En cuanto a la unión de amplio rango (Multi Joint), es uno de los sistemas más seguros y eficientes cuando se trata de unir tuberías de distinto tipo de materiales -tal como sucede en Lima-, ya que permite realizar rápidamente una conexión confiable gracias a su sistema anti-tracción, que, mediante la sujeción mecánica de tuberías en ambos extremos a través de sus pernos, solo requiere de una llave para ser instalado.