Haití: La escasez de combustible provocada por la inseguridad amenaza la vida de los recién nacidos en los hospitales
Cientos de niños, niñas y mujeres que buscan atención de urgencia en centros de salud corren el riesgo de morir si no se encuentran soluciones a la escasez de combustible que prevalece en Haití desde hace semanas debido a la inseguridad, advirtió hoy UNICEF.
Varios hospitales de todo el país han enviado mensajes de SOS directamente a UNICEF y sus socios, así como a través de los medios de comunicación y las redes sociales, ya que carecen de combustible para que sus generadores de energía funcionen y sus departamentos de urgencias funcionen con normalidad.
“Con la inseguridad que prevalece en Puerto Príncipe, la vida de muchas mujeres embarazadas y recién nacidos está en peligro porque los hospitales que deberían brindarles atención vital no pueden operar normalmente debido a la falta de combustible. Corren el riesgo de morir si los servicios de salud no pueden brindarles la atención adecuada”, dijo Raoul de Torcy, Representante Adjunto de UNICEF.
En Haití, la red eléctrica nacional no es confiable, la electricidad entra y sale y es escasa en muchas áreas del país. Los cortes de energía son frecuentes y prolongados, y la mayoría de los hospitales dependen de generadores que funcionan con combustible para mantener con vida a los pacientes, especialmente a los niños, niñas y las mujeres embarazadas.
Las vidas de 300 niños y niñas, 45 mujeres en maternidad y otros 70 adultos, incluidos los pacientes de COVID-19, están en peligro, ya que dos hospitales importantes de la capital haitiana dejarían de brindar atención en 72 horas si no recibieran combustible de inmediato, informaron el sábado medios locales.
Como solución temporal y de emergencia, UNICEF ha conseguido un contrato con un proveedor local para suministrar a los hospitales del área metropolitana de Puerto Príncipe 10.000 galones de combustible, 37.850 litros. Pero debido a la inseguridad, el proveedor finalmente declaró que no podía transportar combustible ni en la capital haitiana ni en otras provincias, incluido el suroeste de Haití, donde 12.200 personas aún necesitan atención después de las heridas sufridas durante el terremoto del 14 de agosto.
A pesar de que hay combustible disponible en las terminales de Puerto Príncipe, transportarlo por todo el país se ha vuelto más difícil porque muchos conductores de camiones ya no aceptan recorrer las carreteras que cruzan áreas controladas por pandillas por temor a ser secuestrados junto a sus camiones.
“Ningún niño o niña debería morir por un corte de energía. Es frustrante ver cómo los graves riesgos de secuestro y saqueo en Haití amenazan la vida de los recién nacidos y las madres, simplemente porque el combustible tan necesario no se puede entregar a los hospitales en el terreno en medio de una creciente inseguridad», dijo De Torcy.
Más de 150 pacientes hospitalizados con COVID-19 que necesitan atención urgente están particularmente en riesgo porque sin combustible para hacer funcionar los generadores de energía, no pueden recibir oxígeno en hospitales que no están equipados con paneles solares. Se han reportado 23.619 casos de COVID-19 y 662 muertes en Haití al 19 de octubre.
UNICEF apoya al Ministerio de Salud para proporcionar a los hospitales combustible y oxígeno cuando sea necesario y ha instalado más de 900 refrigeradores solares en instituciones de salud para mantener las vacunas a las temperaturas adecuadas. Pero los paneles solares instalados no pueden soportar la demanda de todos los departamentos de urgencias de los hospitales.
La inseguridad y la crisis del combustible también han afectado las operaciones humanitarias, ya que el transporte de suministros de emergencia se ha vuelto más caro y el tiempo de entrega, más largo. La agencia haitiana de agua potable e higiene DINEPA no puede situar su capacidad de bombeo en un nivel óptimo, lo que redujo el suministro de agua en hogares, escuelas e instituciones de salud.
UNICEF insta a todos los actores relevantes a que se abstengan de utilizar la violencia para difundir la inseguridad y el miedo y poner en peligro la vida de las mujeres y los niños y niñas, incluidos los que buscan atención en los centros de salud. UNICEF insta al Gobierno de Haití a tomar medidas para restablecer la seguridad y permitir el acceso a los servicios básicos sin restricciones.