Tecnología

Facebook, Google y Twitter amenazan con abandonar Hong Kong por cambios en la ley de privacidad

Las empresas de tecnología ya están en desacuerdo con el gobierno de Hong Kong, y esa tensión parece ir en aumento. The Wall Street Journal se enteró de que Asia Internet Coalition, una alianza tecnológica que incluye a Facebook, Google y Twitter, advirtió discretamente a Hong Kong que las empresas dejarían de operar en el territorio si los funcionarios avanzan con enmiendas a la ley de protección de datos que podrían responsabilizar a las empresas por campañas de doxxing.

A los gigantes de la tecnología les preocupa que el personal pueda enfrentar investigaciones criminales o incluso cargos si los usuarios comparten información personal en línea, incluso si no pretendían hacer daño. Esa sería una «respuesta completamente desproporcionada e innecesaria» y podría enfriar la libertad de expresión, escribió la Coalición. En cambio, la alianza sugirió que Hong Kong redujera el alcance de las violaciones.

El Comisionado de Privacidad de Datos Personales de Hong Kong reconoció la existencia de la carta, pero dijo que se necesitaban nuevas medidas después de que el doxxing empujara los «límites de la moralidad y la ley». El Comisionado también insistió en que las leyes modificadas «no tendrían ninguna relación» con la libertad de expresión y no disuadirían las inversiones externas en la región de Hong Kong.

Las enmiendas podrían aprobarse a finales del año legislativo.

La preocupación, es que los funcionarios pro-China puedan abusar de las leyes actualizadas para silenciar la disidencia. Los activistas a favor de la democracia engañaron a los oficiales de policía y a otras personas con frecuencia durante las protestas de 2019, y existe la preocupación de que las leyes revisadas puedan estar redactadas de manera lo suficientemente flexible como para que simplemente compartir una foto de alguien en un espacio público pueda causar problemas tanto a los que comparten como a las empresas de tecnología. Podría ser más difícil responsabilizar a la policía por la violencia o criticar a los funcionarios por políticas antidemocráticas.