Conoce los síntomas de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica
La Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) es la tercerea causa de muerte en el planeta, según la Organización Mundial de la Salud. Las estadísticas revelan que en el 2019 se cobró la vida de más de 3 millones de personas.
La EPOC es una enfermedad parcialmente reversible. No tiene cura y sólo se puede evitar su progresión y empeoramiento. Afecta la capacidad del pulmón de realizar el intercambio de oxígeno y se caracteriza por producir dificultad respiratoria, tos crónica con abundante flema y poca tolerancia al ejercicio, lo que incrementa el riesgo a infecciones. Se presenta con más frecuencia en personas de 40 años y mayores con exposición al tabaco.
Casi el 90% de los casos son causados por el consumo de cigarrillos, aquí radica la importancia de no adquirir este mal hábito. La exposición de contaminantes ambientales, humo de leña y otros humos irritantes y tóxicos también pueden causar esta afección cada vez más frecuente entre la población, refiere la doctora Fátima Ortega, neumóloga de la Clínica Ricardo Palma.
DIAGNÓSTICO
Una vez que se han identificado los síntomas y el probable agente causal, la prueba de oro para el diagnóstico, es la espirometría. El espirómetro es un aparato que permite medir la capacidad pulmonar y la severidad de la enfermedad. Los pacientes con EPOC presentan obstrucción del flujo aéreo
La base del tratamiento farmacológico es la broncodilatación; mientras que el no farmacológico, consiste en eliminar el agente que generó la enfermedad, rehabilitación pulmonar, vacunación para prevenir infecciones sobreagregadas y manejo de la dependencia al tabaco.
El control de la enfermedad es fundamental para que el paciente no pierda calidad de vida.
PREVENCIÓN
La mayoría de los casos están directamente relacionados con el consumo de cigarros, y la mejor manera de prevenir la enfermedad pulmonar obstructiva crónica es no fumar nunca, o dejar de fumar ahora.
Las personas diagnosticas deben establecer cambios en su estilo de vida para lograr mejorar su función pulmonar, entre ellas: dejar de fumar, realizar ejercicios de manera regular, establecer una dieta saludable y equilibrada, evitar la polución e inhalación de contaminantes, así como, los cambios bruscos de temperatura, mantener el esquema de vacunación completo y cumplir con el tratamiento farmacológico indicado por un especialista.