¿Cómo purificar el aire de tu casa esta Navidad?
Con una Navidad casera, es más necesario que nunca tener en cuenta esos trucos que nos ayudan a purificar el aire de nuestro hogar. El primero de ellos y el que parece ser la regla de oro, es ventilar. Se impone ventilar la casa para evitar la humedad y mantener nuestro bienestar físico y mental. Recuerda que se recomienda hacerlo al menos 10 minutos al día para airear, pero si es una casa con muchas personas, no estará de más alargar ese tiempo. En el exterior el aire nunca estará libre de polución, sobre todo en grandes ciudades, pero siempre es mejor que mantener estancado el aire del interior de nuestra casa.
Plantéate la posibilidad de adquirir un purificador de aire. No puedes tener uno en cada estancia, pero sí en las que más tiempo pasas o más concurridas. “Los purificadores limpian con eficacia los malos olores y posibles compuestos tóxicos en el aire. Trata de seleccionar aquellos que te aseguren mejor protección. Para eso, ten en cuenta, por ejemplo, si incluye un Filtro HEPA electrostático, capaz de eliminar el 99,97% de las micro partículas combinado con otras tecnologías capaces de purificar el aire”, asegura Daikin, quien recientemente lanzó al mercado su modelo Streamer, que purifica el aire gracias a la descarga de iones de plasma activo y la tecnología flash streamer.
Durante diciembre amamos arreglar la casa. ¿Qué tal si esta transformación incluye plantas con características purificadoras? Además de darle un toque de estilo a tu hogar conseguirás llenarlo de aire limpio. Se trata de una solución económica y eficaz, ya que convierten el CO2 en oxígeno y nos ayudan a eliminar partículas tóxicas y contaminantes del aire. Recomendamos el potus, la palmera de bambú o la lengua de tigre.
La Organización Mundial de la Salud estima que la exposición a la contaminación interior causa desde efectos leves en el tracto respiratorio como congestión nasal, estornudos, conjuntivitis hasta efectos sistémicos como dolor de cabeza, dificultad para concentrarse etc. Entre los efectos más graves, se han documentado enfermedades respiratorias crónicas, asma, dolor muscular, convulsiones, alteraciones endocrinas y muchas más. En definitiva, que existe una relación directa entre la contaminación del aire interior y la salud.