Actualidad

Design Thinking: Más que una herramienta, una disciplina de trabajo

El Design Thinking es una manera de comprender y abordar la innovación, es un sistema de procesos y de personas donde se encuentra una multidisciplina que se enfoca a la solución a problemas de manera colectiva, su objetivo es el de mejorar e impulsar nuevas alternativas de productos y servicios que mejoren su función dentro de la sociedad.

Los profesionales de diferentes áreas se unen y se complementan en esta implementación, hablamos de psicólogos, antropólogos, sociólogos, creativos, diseñadores, entre otras; por tal razón Carolina Chacón, Maestra de ESDESIGN y autora del monográfico Design Thinking, captura las cualidades del quehacer de las diferentes profesiones, tales como la observación, la empatía, la reflexión sobre los problemas, la experimentación, el desarrollo y uso de prototipos. Esto con la firme intención de mejorar los productos y servicios con el fin de impulsar nuevas alternativas no solo para el negocio, sino también para las personas y la sociedad, para lograr este objetivo, el Design Thinking aprovecha estas cualidades a lo largo de tres espacios principales: La inspiración, ideación e implementación.

INSPIRACIÓN

En el momento de la inspiración debemos generar empatía con nuestros clientes, de manera que pongamos sus problemas por encima de nuestras soluciones. El Design Thinking gira en torno a una comprensión profunda de las personas para las que se diseñan los productos o servicios, el foco está en las personas y su comportamiento como fuente de inspiración e identificación de insights para la innovación. En el corazón del Design Thinking está el dejar de ver a los clientes como compradores y verlos como personas.

Aspectos como acercar de una manera más empática a los clientes, entender sus necesidades reales, mostrar un interés real en los detalles de su día a día, generar empatía con ellos implica poner sus problemas en primer lugar, por encima de las soluciones y es en este espacio donde también se debe analizar y definir sobre qué realidad, necesidad o vacío se va a trabajar. De esta definición dependerá en gran medida el éxito del proyecto de innovación.

IDEACIÓN

En la ideación surgen las soluciones a los problemas y descubrimientos sobre nuestros clientes, es aquí donde se hace necesario llegar a una amplia cantidad de opciones e ideas, los innovadores deben estar dispuestos a dejar de un lado algunas ideas y tener mucho cuidado de no eliminar aquellas que les resulten “incómodas” y/o “arriesgadas”. Las ideas verdaderamente innovadoras son disruptivas y logran brindar una solución completamente nueva a un problema.

Aquí el Design Thinking es para mejorar, cambiar y ofrecer algo nuevo, resulta clara la importancia de abordar el reto con un pensamiento igualmente diferente, el proceso de ideación es el momento más importante, ya que es donde surgen las soluciones a los problemas y descubrimientos sobre nuestros clientes.

IMPLEMENTACIÓN

Las mejores ideas generadas durante el proceso de ideación se convierten en planes de acción completos y concretos, aquí se encuentra la creación de prototipos, el convertidor de las ideas a elementos tangibles que serán puestos a prueba y luego eliminados o refinados y otra vez puestos a prueba con el fin de minimizar riesgos y encontrar retos de implementación para poder tener un éxito confiable a largo plazo.

Una vez diseñados y testados los productos llega el momento de creación y desarrollo de la solución – el producto o servicio final – y de su difusión a un grupo diverso de partes interesadas, dentro y fuera de la organización. A lo largo de estas ideas y reflexiones queda claro la importancia y utilidad del Design Thinking en procesos de innovación.

Innovación de todo tipo, desde nuevos productos, nuevos procesos de servicio y hasta nuevas formas de consumo, se puede ver aplicada en muchas áreas de trabajo de una forma multidisciplinaria donde se completan la observación, empatía, reflexión, experimentación, etc.

Al democratizar esta manera de abordar proyectos para encontrar soluciones innovadoras y convertirlas en una herramienta multidisciplinaria es fácil olvidarse de una de las áreas donde el Design Thinking cobra mayor importancia: el diseño y, por ende, los diseñadores.

Design Thinking se traduce como pensamiento de diseño, se basa en esta mentalidad para desbloquear la creatividad, generar curiosidad y eliminar el miedo a nuevos enfoques a través de todos sus espacios y etapas. Los diseñadores piensan de forma diferente y tienen procesos de creación, ideación y desarrollo de nuevos productos y proyectos.

Como vemos, la importancia y utilidad del Design Thinking en procesos de innovación es innegable. Y lo mejor es que podemos aplicarlo a multitud de áreas. En este sentido, el rol de los diseñadores y diseñadoras es fundamental para completar el proceso con éxito.

Para ver el monográfico completo, ingrese a este Link.