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Válvulas termoplásticas: ¿Cuál es la diferencia entre una válvula plástica y una metálica?

Con el transcurrir de los años, los termoplásticos en la industria como PVDF, Polipropileno, CPVC, PVC, HDPE, entre otros tipos, han ido ganando cada vez más participación debido, principalmente, a su alta resistencia a la corrosión. Esto ha hecho que las tuberías de conducción de fluidos y las válvulas metálicas (hierro, acero, cobre, etc), sean reemplazadas por estos materiales.

“Sin embargo, es importante conocer las principales propiedades y características de resistencia y durabilidad de ambos materiales a fin de seleccionar siempre el más adecuado para las condiciones de la operación a realizar. En cuanto a la utilización de las válvulas de plástico, en especial las termoplásticas, dependerá estrictamente de los factores a los cuales se expondrá, como el fluido, la presión y la temperatura”, indicó Andrea Guerrero, jefe Comercial de la Unidad de Minería en Grupo Hidráulica.

Asimismo, se debe tener en cuenta los componentes adicionales de las válvulas termoplásticas como el cuerpo (parte húmeda que está en contacto con el fluido), empaques y partes blandas internas, así como el tipo de unión (termofusión, rosca, embone, etc). Lo más importante en la selección de estos últimos materiales, es garantizar el correcto sellado de la válvula.

Entre otras ventajas de estas válvulas es que son entre 4 y 6 veces más ligeras que las de material metálico, lo cual facilita el transporte, almacenamiento e instalación. Además, el mantenimiento es considerablemente menor, permitiendo una reducción de costos significativos a mediano y largo plazo. Por último, este material tiene alta resistencia química, superior al acero inoxidable en algunos casos, ya que es resistente a disolventes, reacciones químicas (ácido-base, redox) que pueden ocurrir en línea, sin afectar su duración y tiempo de vida útil, y evitando accidentes por fugas o, inclusive, paradas de planta para líneas críticas.